domingo, 4 de septiembre de 2011

Sobre el caracter efimero de la vida

El ser humano desde niño debe enfrentarse a diferentes situaciones en la vida
que por su naturaleza, nos preparan para renunciar a diferentes experiencias
que nos permiten desarrollarnos y convertirnos en seres más independientes.
A lo largo de estas experiencias nos damos cuenta que cada una de ellas significa
una pérdida o una ganancia. Por lo general a todos nos preparan para
ganar, ser exitosos y hay pocos ganadores, lo que demuestra que tarde o temprano
tenemos que enfrentarnos a una pérdida. (Tomado de http://www.grupoice.com/esp/cencon/pdf/desarrollo/perdida.pdf ) Hoy ha fallecido uno de nuestros mas queridos y respetados profesores el Dr. Juan Quintana Lugo. Su muerte me tomo por completo de sorpresa y me lleno de inmenso pesar. Como muchos de mis compañeros de estudios tome con él el curso de Estadísticas y llega a mi mente un ser humano hasta cierto punto introvertida pero deseoso de compartir conocimiento con mucha amabilidad y una sonrisa. Recuerdo muy especialmente el hecho de que en mi graduación como estudiante doctoral en Psicología Clínica me dijera en el procenio ¿Con que doctora ahhh? y me hiciera un gesto que decia te lo tenias calladito, me felicito y me sonrio afablemente. Termine mis estudios en Psicología en diciembre 2008 y en el trimestre de primavera comence a estudiar Gerencia Educativa siendo el 800 una de mis primeras dos clases. Me sorprende su muerte, mas no la forma en que murio (segun se durmiendo) ya que mi madre suele decir que quien muere durmiendo tiene la muerte de los santos y el Dr. Quintana era una excelente persona.

No conozco a sus familiares, mas se que cuando se trabaja con alguien por mucho tiempo se llega a ser querer y a amar a los compañeros de trabajo como familia. Sé que en momentos como éstos, ninguna palabra es suficiente... sin embargo, deseo enviarle mis condolencias a su familia, a sus compañeros(as) de trabajo, a sus estudiantes (a los cuales me sumo) por el fallecimiento del Dr. Juan Quintana Lugo, deseo que el sociego que solo la paz del Señor puede brindar reine en el corazón de todo aquel (lla) que lamente su pérdida.  Un ser humano tan humilde es un tesoro y cuando lo perdemos lo valoramos aún más, son perdidas que no se superan solo aprendemos a vivir estos seres preciados, en diario homenaje a lo que aportaron en nuestras vidas. Hago mío el dolor en la pérdida de nuestro profesor, y ruego a Dios te conceda la fortaleza necesaria para que todos (as) en especial su familia, pueda superar este irreparable designio. Seguro que él comparte el Reino del Señor,expreso mis muestras de solidaridad, amistad, estima y respeto. Compartiendo la pena que te embarga mi más sentido pésame para toda la familia y amigos, Jullissa

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